Es 1 de abril.
En varios países, incluida Escocia donde yo vivo, es un día para jugar bromas.
Pero a mí se me antojó hacer lo opuesto: decir verdades.
Marzo 2024 fue el mes más difícil de mi vida por razones que no vienen al caso en este correo.
Pero quería escribir esta obviedad:
sólo crecemos como resultado de hacer algo difícil
algo nuevo
algo que parecía imposible
Si me dijeran hoy: OK, puedes escribir el resto de tu vida pero de ahora en adelante no va a representar ningún reto, yo CAMBIARÍA DE OFICIO al instante.
No estoy feliz de haber tenido un mes difícil.
De hecho estoy más triste de lo que he estado en toda mi vida.
Pero eso no quita que puedo reconocer que este periodo me está haciendo crecer, cambiar, aprender.
Escucha, escribir libros es bien pinche difícil.
Ésa es la verdad.
Mi trabajo es decir esa verdad.
Pero también esta otra:
QUE PODEMOS HACER COSAS DIFÍCILES.
Que, de hecho, sería aburridísimo hacer cosas fáciles todo el día.
Desmitificar, ése es mi trabajo.
Quitar velos, bajar la escritura de viejos pedestales de señor blanco intelectual.
Eso es lo que hacemos en escribir es un lugar.
Nos caemos, nos levantamos, nos sacudimos, seguimos. Nos encontramos y nos reímos.
Y eso, reír, siempre hace todo más sencillo.
(Por eso todas las sociedades tienen días y/o periodos para hacer bromas, como hoy. Y aguafiestas que los rompen, como yo!)
¿Escribir en comunidad hace la escritura más fácil?
No, pero sí hace los procesos más sencillos y más placenteros.
Y eso, cambia todo.
Ahora: dos preguntas para ti:
1. ¿Quién te hace reír? ¿Puedes hablar con esa persona hoy?
2. ¿Qué cosa difícil estás atravesando, en escritura o en la vida? ¿Crees que puedes, por un momento y sin fingir que es sencillo, reconocer que esta cosa difícil te va a hacer crecer?
Porque te va a hacer crecer.
Y crecer, como escribir, nunca es fácil, pero siempre es bueno.
Gracias por leerme y que empiece bien abril para todos,
Laia
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