A principio de abril se cumplieron 8 años de esa foto.
Hoy hace 8 años que empecé a escribir Wishbone en un anodino café de Milán.
8 años y un día desde esta foto junto al lago Trasimeno, donde tuve la idea.
No la idea para el libro, sino para lo que haría en cuanto alguien me dejara en Milán a la mañana siguiente.
La cosa que hice y que, instantáneamente, me dio la idea para esta novela que aún no termino del todo.
No sé cuántas veces ocurre eso en la vida, cuántas veces uno se enamora tanto de una idea como para dedicarle un buen porcentaje de ocho años de su vida.
Pero creo que es lo suficientemente raro como para celebrarlo.
Obvio, eso no fue lo primero que pensé.
Lo primero que pensé fue: qué horror, qué depresión, ocho años y no logro acabar...
Luego mi marido me recordó que en esos ocho años tuve una hija, me mudé de país, hubo una pandemia, escribí otros libros, fundé escribir es un lugar, etc... pero eso no me ayudó a dejar de pensar qué deprimente.
Lo que me ayudó fue recordar la escritura.
Recordar el trabajo, los muchos momentos de gozo y concentración, también los difíciles, los mil momentos en que sentí que no iba a poder pero me permití seguir.
Y entonces dejó de parecerme deprimente.
Y empezó a parecerme precioso.
Porque sí, porque abandonamos muchas cosas, otras se caen, tantas otras están fuera de nuestro control.
Pero defender una idea en tu interior, contra viento y marea, por años y años, porque crees en ti y crees en ella, y sentarte otra y otra vez a hacerle espacio y darle forma, yo creo que eso merece celebrarse.
Porque el mundo, este mundo horrible de hoy, cada vez da menos espacio para la simple necedad de la creación.
Pero la creación es, por lo menos para mí, el único país del que realmente soy.
Y sin embargo me pasé AÑOS no sabiendo cómo quedarme ahí, como estar en la escritura un poco más que la noche entera antes de un deadline.
Pero ahora lo sé hacer, volver a la escritura y una y otra vez.
Y ahora, sobre todo, no necesito forzarme ni decidir nada, simplemente me presento a las sesiones de escritura de La Comunidad, y nos ponemos a escribir. Hay una o dos al día, siempre encuentro algunas a la semana a las que puedo conectar, y listo: escribo A PESAR de que tengo tres otros trabajos, una hija, etcétera.
POR ESO Y PARA ESO fundé La Comunidad: para mujeres ocupadas.
Para mujeres que se meten el pie.
Para que no nos estorbemos, para que nos dejemos pasar, para que le abramos a la creación el tiempo y el espacio que merece en este mundo ruidoso.
Si no estás sabiendo encontrar esos espacios oasis para defender tu idea y tus sueños contra viento y marea, considera unirte a La Comunidad.
Ahí nos enfrentamos juntas a la tormenta, creamos un espacio de serenidad suficiente, para que vuelva a importar lo que verdaderamente nos alimeta y nos importa: jugar, estar, crear.
----
Y si no puedes o no quieres unirte a La Comunidad, hazte estas dos preguntas hoy:
- ¿qué idea loca quiero estar a punto de terminar en cinco años?
- ¿qué paso puedo dar HOY HOY HOY hacia ese faro?
Y luego ve y dalo, da el paso.
Y luego da Contestar a este correo y cuéntamelo.
Porque yo creo en ti, y en tu idea loca, y sé que todo se conquista paso a paso.
Laia
-
PS: Toda la semana quería escribir este mail pero más vale tarde que nunca. Y ese es el punto: ¿has pospuesto escribir? No pasa nada. Eso ya está en el pasado. Puedes retomarla hoy.
|