1/2024: lo que un año de sobriedad me enseñó sobre escribir en comunidad.
Feb 16, 2024
¡Feliz 2024!
Te cuento que ayer cumplí un año (!!!) sin beber alcohol.
Pero esta carta NO es sobre el alcohol.
Esta es la historia de cómo logré hacer algo que no lograba imaginar.
Y de qué aprendí que puede servirte a ti, en tu escritura.
Es un mensaje sobre qué hacer cuando la imaginación no te alcanza para conseguir lo que quieres (por más propósitos de año nuevo que te hagas).
Hace un año yo no podía imaginar pasar un mes sin alcohol, mucho menos un año.
Pero tenía una curiosidad: ¿cómo sería estar del otro lado? ¿Cómo sería vivir sin estar pensando a qué hora abrimos el vino?
La curiosidad era pequeñita comparada con todas las otras opiniones en mi cabeza (“le caería mal a mis amigos”, “para qué dejarlo si no soy alcohólica”, “pero sí me merezco un vino al final de un día largo”, etc etc)
Pero la curiosidad no se iba.
Y me llevó a hacer preguntas.
En instagram, en librerías, en un festival donde la otra autora rechazó las copas, en una fiesta donde noté que un señor bailaba feliz bebiendo sólo agua, etcétera. Con cada historia que recopilaba la pequeña curiosidad se fortalecía: “¿Ves? Tal vez esto es no sólo posible sino también accesible, y maravilloso.”
Más o menos año y medio después de haberlo empezado a considerar, por fin cedí a la curiosidad y me anoté a un curso que arrancaba el 9 de enero de 2023. Era para dejar de beber seis semanas. Ni más ni menos. En ese momento, seis semanas me parecía una eternidad. No podía imaginar la mecánica, el día a día de la sobriedad porque toda mi vida adulta había usado alcohol para socializar, para celebrar, para evadir, para compartir, y un largo etcétera.
Pero decidí probar.
Y, sobre todo, decidí confiar: pagué el curso y me entregué al proceso.
Lo importante es que ahí adentro tenía:
- una mentora (alguien que no sólo llevaba muchos años sin beber sino que había ayudado a miles de mujeres a hacerlo)
- compañeras de camino (otras mujeres deseosas de experimentar una vida sin alcohol)
- ejemplos reales (compañeras que habían hecho el curso antes y ya llevaban tiempo del otro lado)
En las más veteranas, las nuevas veíamos que estar sobria y feliz era posible: las oíamos contar sus meses y sus años y sus anécdotas de cuánto más sanas, tranquilas, felices y descansadas estaban. Nos compartían artículos, astucias, recetas, consejos.
Sin esas mujeres, mi imaginación no hubiera alcanzado.
Solita, al tercer día yo hubiera vuelto a mis viejos hábitos. O hubiera sentido que no beber me aislaba. O que era algo como una dieta: un castigo en vez del inmenso regalo a mí misma que ha sido.
Fueron ellas las que le dieron a mi curiosidad argumentos, un andamio, y un par de alas para experimentar y, luego, para seguirme sin beber. Porque cuando terminaron las seis semanas ya no lo necesitaba. Ya ni siquiera lo deseaba. Me sentía demasiado bien como para imaginar desandar el camino.
Mi imaginación había dado un salto.
Y con eso yo había cruzado el abismo entre la curiosidad y la realidad.
Y es de esto que te quiero hablar hoy.
¿CÓMO vas a cruzar el abismo entra la curiosidad por escribir un libro y la realidad de haberlo hecho?
Si DESEAS ESCRIBIR una novela (o un guión o un poemario o una tesis), si la curiosidad persiste, si la idea sigue tocando a tu puerta…
PERO no logras concebir la mecánica, el proceso, el día a día, los muchos pasos de idea a manuscrito…
…no porque no tengas imaginación sino simplemente PORQUE no lo has hecho antes, o porque procrastinas demasiado, o porque no sabes cómo sumergirte en el proceso o lidiar con las decepciones, o porque lo hiciste antes pero este libro es muy distinto, o porque no encuentras el tiempo, o porque en tu cabeza hay mucho ruido, dudas, confusión, etc, etc…
Entonces esto es lo que te recomiendo:
Encuentra:
- mentores (gente que no sólo haya escrito libros sino tenga un buen record de ayudar a otros y, OJO, que sea generoso y no un especialista en crítica destructiva)
- compañeros de camino (gente que también haya decidido priorizar la escritura a pesar de la gran complejidad de su vida, gente en quien espejearte y apoyarte)
- ejemplos reales (gente que haya logrado terminar proyectos y que expandan tu imaginación porque, al verlos, algo en ti dirá: si ella puede, yo también puedo. Dirá: Esto no sólo es posible sino también es accesible, y maravilloso.
Cuando la imaginación no alcanza, cuando las opiniones de tu cabeza aplastan tu voluntad creativa, cuando sientes que cada dos cuadras se te acaba la gasolina... es ahí donde haber invertido (tiempo, energía, dinero) en construirte una red de apoyo humano, puede salvarte. Empujarte. Recordarte qué deseas. Recordarte que puedes hacerlo realidad paso a paso, como antes lo hicieron las demás a tu alrededor. Y que no tienes que hacerlo ni perfectamente, ni en cinco minutos, ni mucho menos solita.
Y no esperes, como hice yo con la sobriedad, año y medio antes de ceder a tu curiosidad.
Empieza hoy.
Empieza con una persona: conoces a alguien que escribe: ¿por qué no le propones ir a un café una hora a escribir juntas?
Y luego, por favor, dale Responder a este mensaje y cuéntame cómo les fue.
Gracias por leerme,
Laia
PS: Y si no sabes dónde encontrar todo lo anterior, asómate a Escribir es un lugar donde tenemos:
- un grupo hermoso de compañeras de camino: mujeres priorizando la escritura en medio del mundanal ruido (La Comunidad)
- un grupo mastermind lleno de ejemplos reales de escritoras ambiciosas y comprometidas (La Madriguera)
- una escuela/taller de narrativa conmigo como mentora (Narradoras ) Ojo: al 10 de enero 2024, en Narradoras sólo quedan dos lugares. )
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Cras sed sapien quam. Sed dapibus est id enim facilisis, at posuere turpis adipiscing. Quisque sit amet dui dui.
Stay connected with news and updates!
Join our mailing list to receive the latest news and updates from our team.
Don't worry, your information will not be shared.
We hate SPAM. We will never sell your information, for any reason.